Esas personas a las que empiezas queriendo una chispa y como te descuides te reducen a cenizas.

Dime con quién andas y te diré si voy en mi coche. 

Me acaban de hacer un truco de magia y resulta que me quieres. Con los ojos cerrados, acaricio las cartas muy despacio: no están marcadas… Veremos lo que opina ese otro mago, el Tiempo…

No nos engañemos: siempre la caga el Instituto Nacional de Meteorología, porque el tiempo pasa mucho de nosotros. Eso sí, yo a la chica que sale en Cuatro la creo… 

En el momento que asumes las definiciones del poder económico te colocas las esposas voluntariamente. 

En caso de duda, no consultes con la almohada… Piensa mientras caminas.

No te preocupes… Si no voy a verte, no es por ti; es por mí, que siempre tengo algo más interesante que hacer.  

A la hora de la verdad, sólo otorgamos credibilidad a los argumentos que coinciden con nuestros deseos. Y no pocas veces, también a la hora de la mentira.

La Picaresca es una de las grandes aportaciones de la literatura española y nos da una lección durísima, lamentable: en España hay muchísima gente que admira, secreta o abiertamente, a los grandes ladrones y machaca sin compasión a los que intentan inútilmente matar el hambre con las migajas que recogen con uñas en carne viva.

¿Acaso la muerte te exime de haberte dedicado a matar las legítimas aspiraciones vitales de muchas personas supuestamente representadas por ti?

Todo puede defenderse, incluso la mentira, de ahí que mintamos con tanto descaro…

Nos decepcionamos por prestar más atención a las palabras que a los hechos… y por confundir precio y valor.

Mi sobrino tiene seis años… Si alguien decide que debe estudiar en un insultante barracón porque ese el lugar idóneo para las “clases populares” y esta mañana me entero de que ha fallecido, pienso “un enemigo menos”… Mejor el cuchillo entre los dientes, que en el cuello… Que nos hemos vuelto “demasiado civilizados”…

No prestes atención a quien sólo te busca para matar sus horas muertas. 

¿Más vale nunca que demasiado tarde?

Todos esos crímenes horrendos perpetrados por los biempensantes que saben exactamente, con precisión quirúrgica, cómo hay que vivir…

Es por lo que no eres por lo que te quiero tanto.

Los camaradas comparten consignas; los amigos, risas; los cómplices, silencios. 

Mi gato, cuando era joven, más que persa, era espartano… Ahora que ya es viejo, más que persa, es alfombra. 

Si te decides a escribir, por lo que más quieras, no te aproveches de la paciencia de las ovejas.

Toda la vida estamos vivos por casualidad.

“En la vida hay dos tipos de personas”, sentenció… Pagué el café que aún no me habían servido y huí… 

Si me vas a joder, te ruego que no me hagas más feo. 

Tras apurar la última copa, se desmelenó.  Ha amanecido con las puntas de color champán…

Es normal que me refugie en tus puntos suspensivos, yo, que respiro en la literatura conquistada a base de silencios no siempre habitables y noches oscuras sin alma, que no necesariamente desalmadas.

Es normal que me refugie en tus puntos suspensivos, yo, que respiro en la literatura conquistada a base de silencios no siempre habitables y noches oscuras sin alma, que no desalmadas.

Ya no estoy. ¿Qué esperabas? Sigo vivo...

Antes de cerrar la herida, comprueba que no has dejado el odio dentro .

El amor a primera vista está aproximadamente determinado por la altura de miras… Vaaaale, y por la tasa de alcohol en sangre… Cierta noche, yo gateaba por un garito al que me llevaron, y me enamoré de una gata que, al principio, hasta me arañó…

¿La crítica social guay del paraguay que no propone alternativas habitables? No estoy disponible.

¿La crítica social guay del paraguay que no propone alternativas habitables? No estoy disponible.

¡La gente, oh, la gente, ay, la gente!… ¿Para pensar por ella o en ella?

MARILYN

Nadie le ha regalado diamantes tan delicados como los que brotan de sus ojos de niña sin consuelo.

Un adolescente talentoso escribe: “Flipao intentando superarse a sí mismo”… Dentro de muy poco, muy poco (el tiempo pasa rápido y él, insisto, alberga mucho talento), aprenderá que los flipaos tienen una capacidad asombrosa para superarse a sí mismos, hasta tal punto que acaban convenciéndonos de que les votemos. 

Cristo luce “tableta de chocolate”... ¡Ay, María Magdalena!

Cuando me lo presentaron me aseguraron que era de otro planeta, y yo me dije: “Sí, el los simios”.

“La juventud pone sus esperanzas en quien usa siempre expresiones demasiado enérgicas; el hombre adulto, en aquel cuyas palabras quedan siempre por detrás de sus acciones”. F. Nietzsche