Como a tantos proverbios, a este que dice: “el que pega primero pega
dos veces”, hay que hacerle una matización. En este caso, la matización es muy
conveniente porque nos puede costar caro ignorarla. Yo diría: “el que pega
primero pega dos veces si sabe dónde y cómo pegar”. Si la potencia de tu pegada
es equiparable a la patada de un conejo con artrosis, es mejor que te abstengas
de ponerle la mano encima a nadie. Si lo haces, lo único que conseguirás será
enfadarlo por encima de tus posibilidades…
No hay comentarios:
Publicar un comentario