Indignado, me cuenta que hace unos días lo atracaron. Yo, que lo conozco
desde hace una eternidad, sé que, más que el atraco en sí, lo que realmente le jode
muchísimo es que él siempre se ha considerado un tipo al que no le ocurren ese
tipo de incidentes: un tipo duro, para
decirlo claramente. Sus colegas y su muñequita con las tetas de plástico también
lo creían de esta índole… Está claro que los dos tipos que le robaron la
cartera y el móvil no pensaron lo mismo. Por cierto, no hubo armas de por medio.
“Me quedé bloqueado, Ginés. No me lo explico.” Yo te lo explico, campeón: los
lobos huelen a los corderos a
kilómetros, aunque, como en tu caso, el cordero se crea un fiero león…
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