Para Desi
MUERTE ENTRE LAS FLORES
Aunque detesto a los mafiosos, me encantan las películas de la mafia. En
ellas se tratan temas muy interesantes: el precioso amor, que brota donde menos
te lo esperas y nos fortalece maravillosamente; la amistad, que nos convierte
en hermanos, pero no en primos; la traición, que está emparentada con la
envidia y el fracaso; la ambición, que es un pozo sin fondo; la inteligencia, que,
anclada en el asfalto, ayuda a sobrevivir en un mundo donde es peligrosísimo,
mortal, ser estúpido; el honor (desterrado hace tanto de nuestra sociedad), que
consiste en no perderse el respeto a uno mismo, ni en consentir que nos lo
pierdan; la violencia, que, aunque no es un camino de vida, es muy valiosa
usada en el momento justo; y, por último, aunque no menos importante, esa sabia
advertencia, tantas veces ignorada: un hijo de puta no cambia jamás; como
mucho, pierde fuerzas, que no es lo mismo, ni mucho menos…
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