Tanto en un extremo como en el otro, se emplea el término chusma para
etiquetar biliosamente al enemigo… La chusma estaba compuesta por aquellas
personas condenadas a remar en galeras, y que, careciendo de dinero para
sobornar (ensebar) a algún funcionario, cumplían su pena a merced (cerca, cerca, cerquísima, zas, zas,
zas, ¡perro!) del todopoderoso cómitre… Entre aquella chusma seguro que había
personas dignísimas, no como las que en uno y otro extremo nos están llevando
al abismo…
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