Acabo de llegar de la concentración que ha tenido lugar esta tarde en
la Plaza de España de Cartagena. Ha sido promovida por la Plataforma Proempleo de la Comarca de Cartagena y respaldada por la recientemente creada Coordinadora Social de Cartagena y Comarca. ¿El motivo? Recordar
a un hombre: Guillermo Santos. Guillermo (es fundamental repetir su nombre,
porque estamos hablando de una persona, no de un número) era estucador, tenía 45 años y 3 hijos.
Guillermo, preso de la desesperación, se suicidó el pasado martes. El Estado
puede asesinar sin mover un dedo, solo necesita dinamitar la esperanza de un trabajador,
y la de su familia, dejándolo sin empleo
durante años. Hablar de democracia y libertad en un país con casi 6000.000 millones de parados es insultar, una y otra vez, al pueblo. Esta concentración, impulsada por los
compañeros de Guillermo, ha tenido 3 objetivos, principalmente: honrar la
memoria de un compañero; mostrar a su viuda e hijos que no están solos; y recordar
a todos los que, como Guillermo, se encuentran al borde del abismo que somos
muchos los que estamos dispuestos a ayudarlos en todo aquello que esté en nuestras
manos: queremos que sepan que no están solos. Tenemos que ser capaces de evitar nuevas desgracias irreparables. Quiero agradecer el apoyo de todos los que han asistido y recordar a los que no lo
han hecho que necesitamos que estén con nosotros en las próximas actividades
reivindicativas que organicemos. Hay muchísimas, y dolorosas, razones para que se unan a nosotros.
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