El resentimiento es uno de los peores males de la política. ¿Por qué? Porque
el resentido trata de engañar a los ciudadanos adornando su siniestro afán de
venganza con hermosas palabras conciliadoras, tales como: Solidaridad, Humanidad
y otras por el estilo. Pero, insisto, el verdadero principio rector de su
política es el resentimiento vengativo. ¿Puede la venganza ser un principio
político? ¿Conviene confiar en alguien que piensa que sí?
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