sábado, 24 de octubre de 2015

Las leyes tienen que nacer impuras para que sean capaces de dirimir los turbios, a menudo impresentables, conflictos de los hombres.

Los muros se construyen con la sangre de los vencidos, y hay millones de personas que ya nacen vencidas.

La paciencia deja de ser una virtud cuando permites que te jodan sin acariciarte previamente.  


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