Esta tarde he dado un paseo por la playa. Es evidente que la moda
de los tatuajes se ha convertido en algo demencial. Y lo que es peor, el 99% de los tatuajes no
hacen referencia a ninguna experiencia vital significativa que los justifique. Más
bien parecen la confirmación estética de un peligroso retroceso a la tribu. De los pearcings, mejor no
hablar.
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