lunes, 9 de marzo de 2015

Soy muy afortunado. En el hospital he sentido los innobles mordiscos del dolor, pero no me he sentido solo en ningún momento. 
La sangre es maleducada y vanidosa; le encanta ser el centro de atención. 
La felicidad drena odios purulentos
Yo estaba preparado para hacerme responsable de este regalo del destino: viento propicio. Hoy, vuelvo a navegar. 
Cuando solo eres puro dolor es cuando sientes verdaderamente que una leve caricia vale más que mil teorías humanitarias. 
ESENCIA DEL SER HUMANO

Irrefrenable deseo de vivir, a pesar de todo. 
RENACIMIENTO

El trasplante de riñón ha sido un éxito. Ya estoy en casa. Me resulta facilísimo expresar lo que siento: Gracias.