lunes, 28 de enero de 2013

Para Laura Muñoz Hermida.

Me lo he pasado francamente bien viendo Django desencadenado, la última película de Tarantino. Es una película del oeste que tiene escenas muy duras, pero que son necesarias, porque lo  que Tarantino pretende, y consigue plenamente, es tratar el horrendo tema de la esclavitud mostrando toda su dureza. Si nos ofenden dichas imágenes es porque quizá estamos acostumbrados a emplear las palabras a la ligera, sin ser conscientes de lo que estamos diciendo. La palabra esclavitud, que sigue en vigor, más que nunca, porque nunca ha habido tantos esclavos, contiene tanto dolor, que parece mentira que, cuando la usemos, no se nos llene la boca de sangre, literalmente…Por otra parte, la película se ve muy bien, con escenas del mejor spaghetti western, una estupenda banda sonora y un guión muy entretenido. Por todo ello la recomiendo, señoras y señores. 

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