sábado, 8 de marzo de 2014

La inmigración hay que atajarla en su origen. Si una persona, huyendo de la guerra en Siria, llega a Melilla, debemos ayudarla, ciertamente, pero el problema no debe enfocarse en Melilla, sino en Siria, que es el origen del desastre. Todo lo demás es desvergüenza por parte de la UE, chapuza por parte de Jorge Fernández Díaz, demagogia circense e hipocresía sin cuento. No olvidemos que estos “muchachos atléticos” no suelen llegar a Suecia… 

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