La tentación de abismo, opiácea, desesperanzada y autodestructiva, y me lanzo
en brazos de un NO definitivo… La tentación de abismo, no más preguntas
afiladas en los riñones, no más dudas en noches sin estrellas, y me lanzo en
brazos de un NO irrevocable, y ya no soy un lastre, sólo una gota que tirita
en frías e ensimismadas tardes de lluvia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario