lunes, 27 de febrero de 2017

Sólo podemos infligir daño voluntaria e impunemente (de esto último, no estoy seguro) a personas que están convencidas (las razones son múltiples, turbias, complejas y no siempre reales) de que no pueden hacernos frente y hasta de que nos necesitan para respirar… También podemos dañar involuntariamente a estas mismas personas supuestamente desvalidas, ¡ay!, y ser igualmente devastadores. O más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario