sábado, 11 de marzo de 2017

Todas las personas curiosas llevan dentro un traidor inteligente.

Dejó de presidir el sindicato por motivos personales: se hizo capitalista.

Una sesión masturbatoria en el momento adecuado evita muchos disgustos infranqueables e hipotecas varias.


No pocas veces el que ríe el último, ríe por no llorar.

1 comentario:

  1. Capitalismo y "sindicalismo", cara y cruz de la misma moneda.
    Convencernos de una necesaria traición es más que inteligente.
    Lo femenino nos lleva a la bancarrota.
    Siempre hay lugar para una risa prudente y un llorar reconfortante.

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