domingo, 30 de noviembre de 2014

Comisario político terminado, intransigente, dogmático, posa con carita de saberlo TODO, como si la sabiduría se hubiera posado en su hombro izquierdo en forma de cotorra histérica. Con poder, este hombre tiene mucho peligro, tanto como la rabia acumulada en su cuerpo de alfeñique insolente; rabia que, intuyo, es fruto de las pocas veces que ha conocido mujer… Me temo que su caligrafía es idónea para firmar sumarísimas órdenes de ingreso en prisión contra quienes no babeamos ante sus afirmaciones mesiánicas y terminantes.

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