"Las palabras son como las monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una". Francisco de Quevedo
sábado, 7 de febrero de 2015
ABANICOS
Nada más llegar al poder el despiadado dictador prohibió la risa y el
llanto. Los heroicos periodistas de investigación no tardaron en descubrir que
su mujer regentaba una empresa dedicada a la fabricación de abanicos.
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