LEY DE SEGURIDAD CIUDADANA II
Tengo una duda, señor Fernández Díaz: si un policía me intenta golpear
porque sí, porque yo lo valgo, mientras me manifiesto pacíficamente, ¿tampoco
me puedo acordar de su santa madre? Le puedo asegurar, ministro beato, que si tal
cosa ocurre, procuraré que ese matón de uniforme me preceda en la cola de
urgencias. No soy partidario de ese buen rollito que postula que hay que poner
la otra mejilla. Jamás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario