viernes, 13 de diciembre de 2013

IRA: ESTUPIDEZ CAPITAL.

Llevo dentro de mí un Ginés irascible, peligroso y estúpido, que no siempre consigo contener. Esta tarde se ha vuelto a manifestar, lamentablemente. Tras ese instante brutal e imbécil, me invade el remordimiento, que como ya nos advirtió Nietzsche, es “tan inútil, como el mordisco de un perro en una piedra”. La próxima vez, intentaré prevenir la explosión…

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