Eternamente curioso, mi gato lo observa todo
desde su sillón, que él transforma en trono. Lo entrañable y lo bello encarnados
en un animal que se mueve sin dañar el aire, sin perturbar el
silencio, dejando tras de sí un rastro de paz y armonía… Por las noches,
mientras estoy leyendo o viendo una película, se tiende a mi lado, y antes de
dormirse, me mira durante unos segundos. ¿Cómo me ve esta naturaleza preciosa e
inteligente?
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