sábado, 9 de noviembre de 2013

Con respecto a la huelga de los trabajadores madrileños dedicados a tareas de limpieza de la vía pública y de jardinería solo puedo decir: los trabajos han de valorarse por su grado de aportación a la sociedad. Para constatar la valía de estos trabajadores, basta con comprobar lo que ocurre cuando no desempeñan sus imprescindibles funciones. Precisamente, están en huelga porque el Ayuntamiento de Madrid, desgobernado por la esperpéntica Ana Botella, no solo nos los valora como es debido, sino que los quiere reducir a la condición de esclavos. Es mejor que la ciudad esté sucia durante unos días, estúpido ciudadano insolidario, que las relaciones laborales se conviertan en un estercolero permanente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario