jueves, 7 de noviembre de 2013

La desesperación se ataja con esperanza, no con infames cuchillas asesinas, colocadas por un gobierno absolutamente impresentable, que, según dicen los entendidos en estadísticas y otras cifras de poder, suspende en todas las encuestas a pie de calle. Veremos lo que pasa dentro de dos años en este país lleno de desmemoriados y de babosos ilustrados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario