Si esquivas un charco-pozo una milésima de segundo antes de meterte en
él, te sientes muy orgulloso de tus reflejos y de tu agilidad. Pero si inmediatamente
detrás de ti viene alguien que no reacciona a tiempo y se mete en ese mismo
charco-pozo que tú has esquivado como un auténtico Boina Verde, te sientes el puto
amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario