Afortunadamente mis erecciones no se deciden por elecciones carísimas y
prefabricadas en televisiones independientes de no sé qué. Siento escalofríos
con sólo imaginar a mi “candidato”, sincero, sincero, sincero, masturbado
suciamente en estadísticas de pago, o alcanzando un sucio escaño en donde se
vea obligado a participar en broncas orgías parlamentarias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario