Me ha ocurrido muchas veces: Alguien que ni es mi amigo ni sabe qué
hacer con su tiempo, me ve leyendo, y “piensa” que leo porque me aburro o
porque estoy solo… De ahí a molestarme (¡sí, me molesta, joder!) haciendo algún
comentario, generalmente meteorológico, aunque estemos bajo techo, con el
objetivo de iniciar una conversación que yo no le he pedido, hay un paso. Y es entonces
cuando yo, viéndolo venir, le aseguro que es precisamente porque estoy leyendo
por lo que no me aburro ni me siento solo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario