"Las palabras son como las monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una". Francisco de Quevedo
sábado, 20 de agosto de 2016
Sí, es cierto que estuve a punto de despeñarme por el barranco traicionero
que hay tras tus ojos de cartón. Ahora, sonrío melancólico mientras contemplo los
cadáveres de tus víctimas, ay, tan faltas de cariño… Te dejo. La mar me llama.
Pero al principio todos los barrancos nos parecen bellos y hasta las barracudas tienen sex-appeal.
ResponderEliminar