sábado, 11 de mayo de 2013


El caciquismo, entendido como el sometimiento voluntario por parte de los ciudadanos a un líder que está dispuesto a usar cualquier medio con tal de mantenerse en el poder, está vigente en la España del siglo XXI, mal que nos pese. El caciquismo establece una relación de clientelismo entre el político cacique y el ciudadano, esto es: protección a cambio de sumisión. El cacique prodiga favores, generalmente ilegales, por los que obtiene un apoyo incondicional de sus votantes (clientes). El el cacique no es solo un vendedor de humo; es una bestia sin escrúpulos. Si la bondad del cacique no es aceptada, no tendrá reparo en acudir a otros medios de persuasión más contundentes…El caciquismo es una lacra propia de pueblos ignorantes.

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