lunes, 27 de mayo de 2013

Esta tarde, nada más subirme a la ambulancia, me he enterado del fallecimiento de mi compañera de diálisis Noelia el pasado sábado. Era la más joven de la sala en donde nos dializamos tres días a la semana (34 años), pero el buitre de la muerte llevaba tiempo sobrevolándola. Nada tan rotundo como el silencio que nos queda tras su muerte. Deja dos hijos. Descanse en paz. 

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