sábado, 4 de julio de 2015

Cuando me disponía a coger mis manguitos, que no eran de Bob Esponja, sino de Astérix, mi padre, acariciándome, me dijo: “No te los pongas. Hoy no los vas a necesitar”. Juntos nos adentramos en la mar, hasta una zona en la que yo apenas si tocaba con las puntas de los pies. Entonces, mi padre me tomó en brazos y me anunció: “Voy a lanzarte hacia adelante. No tengas miedo. Solo piensa en mantenerte a flote”… Y aquí estoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario