viernes, 10 de julio de 2015

Desde el enamoramiento al amor nuestra zona de visión se va ampliando sensible e inteligentemente.

Si no te sientes acaparado por entero, tranquilo: no es amor. Puede que se trate de una calentura por debajo del ombligo, que tampoco está nada mal.


Vivir es adaptarse sabiamente a los vaivenes de la vida.

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