martes, 7 de julio de 2015

EL SILENCIO DE DIOS

Tras siglos y siglos viéndonos perpetrar innumerables atrocidades en su nombre, Dios, atónito y acojonado, no se atreve a dirigirnos la palabra, y mucho menos a levantarnos la voz. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario