martes, 8 de diciembre de 2015

En la jeta beatífica del joven predestinado para no sé qué misión trascendental e imprescindible (¡Y yo sin enterarme!), que me ha querido salvar de mí y de mi circunstancia pecadora esta misma tarde (¡Y el sol dándolo todo!) he apreciado problemas de erección nada celestiales.


No hay comentarios:

Publicar un comentario