Después del arrepentimiento buscamos el perdón; el perdón que nos resulta una bendición, éste es el parapeto donde nos resguardamos de nuestras censuras, así que una vez contado, pesado y reparado, volvemos a presumir de nuestra conciencia tranquila y de lo meritorio de nuestra actuación. Y volvemos a encumbrarnos, cuando son los demás quienes juzgándolo a uno, desean tomarnos como ejemplo.
Después del arrepentimiento buscamos el perdón; el perdón que nos resulta una bendición, éste es el parapeto donde nos resguardamos de nuestras censuras, así que una vez contado, pesado y reparado, volvemos a presumir de nuestra conciencia tranquila y de lo meritorio de nuestra actuación. Y volvemos a encumbrarnos, cuando son los demás quienes juzgándolo a uno, desean tomarnos como ejemplo.
ResponderEliminar