martes, 15 de septiembre de 2015

DE MIS ANTIGUAS CORRERÍAS NOCTURNAS


Una chica mugrienta y desgreñada se apoya en la estatua de un cartagenero ilustre y olvidado mientras un sátiro tambaleante intenta penetrarla. A poca distancia de ellos, un tipo con camiseta de tirantes y tatuajes talegueros, sentado en un banco decorado con corazones tachados a navaja, apura, impaciente, un porro... “¡Venga ya, maricón. ¿Puedes o no?!”

1 comentario:

  1. Yo soy ese sátiro, tal vez tú seas el taleguero, mi novia es esa chica mugrienta y desgreñada.

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