Siempre que cuentes una historia, y quieras resultar creíble, interpreta
bien tu papel. Debes hacer creer a tu interlocutor que estás hablando por
hablar, por pasar el rato, y no te olvides de medir tus pausas convenientemente
para captar su atención. Si te invita al café, le has impresionado.
Enhorabuena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario