"Las palabras son como las monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una". Francisco de Quevedo
domingo, 13 de septiembre de 2015
El director de la sucursal bancaria me saluda siempre que me ve. Quizá
conoce el saldo sangrante de mi cuenta corriente y me teme porque cree que
pertenezco a los que lo tienen todo perdido y pueden cometer cualquier locura.
Es un acto reflejo, un solo euro es su propósito de existencia.
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