He estado a las órdenes de fracasados bien pagados, ineptos con título,
enchufados orgullosos de serlo, fuertes con el débil y lameculos con el fuerte,
tipos con un látigo cobarde en vez de corazón (fuera de la fábrica andaban con
gafas de sol pegados a la pared), hijos de puta con una suerte inexplicable, chusma
viperina… Me han endurecido más de lo que yo hubiera deseado, pero no tuve más
remedio que endurecerme para no permitir que se limpiaran sus zapatos en mí.
Y no habría forma de erradicarlos de la faz de la tierra?
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