viernes, 10 de julio de 2015

TESTIGOS SIN PIEDAD

Chavales, ¿es que no os dais cuenta de que si aseguráis creer en la eternidad, pero venís a mi casa durante la para mí sagrada hora de la siesta, incurrís en una flagrante contradicción, que resta credibilidad a vuestra prédica incombustible? Si creéis en la eternidad, como aseguráis sin pestañear, podéis venir en otro momento, dentro de veinte años, por no ir más lejos, no precisamente cuando estoy dormido como un bendito… ¿O es que no sois más que unos muy devotos tocapelotas?



No hay comentarios:

Publicar un comentario