TESTIGOS SIN PIEDAD
Chavales, ¿es que no os dais cuenta de que si
aseguráis creer en la eternidad, pero venís a mi casa durante la para mí sagrada
hora de la siesta, incurrís en una flagrante contradicción, que resta credibilidad
a vuestra prédica incombustible? Si creéis en la eternidad, como aseguráis sin
pestañear, podéis venir en otro momento, dentro de veinte años, por no ir más
lejos, no precisamente cuando estoy dormido como un bendito… ¿O es que no sois
más que unos muy devotos tocapelotas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario