No queremos recordar que durante la época de la supuesta bonanza
económica solo nos preguntábamos cuánto más podíamos ganar al mes siguiente. Ciegos voluntarios de capitalismo, no nos dimos cuenta de
que era precisamente en ese momento de euforia, demencia, colectiva cuando
España se estaba corrompiendo hasta los cimientos. Si se volviera a dar una situación
económica tan disparatada como la de aquellos años, ¿sabríamos comportarnos de una
forma más inteligente?
"Las palabras son como las monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una". Francisco de Quevedo
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