viernes, 12 de diciembre de 2014

Un ideólogo, da igual que sea político o religioso, es un sacerdote de la Idea (él aspira a ser sumo sacerdote), que no duda; se limita a aprender la Buena Nueva, para después repetirla, una y otra vez, a sus fieles o convencidos: él los llama Pueblo o Pueblo Elegido. En los sueños del ideólogo los descreídos, es decir, todos aquellos en quienes no cala su Tarea Evangelizadora, arden en hogueras purificadoras…

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