Esta mañana, durante un partido de fútbol, categoría pre-benjamines
(6-7 años), dos madres se han liado a
puñetazos y a tirones del pelo. A raíz de este esperpento, hemos decidido colocar
un cartel bien en grande en la entrada: “Se prohíbe a los padres y a las madres
de los jugadores introducir sus frustraciones vitales en el las instalaciones
deportivas. Gracias por su colaboración”.
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