URGENCIAS
Mientras espero a que me atienda el médico compruebo que no hay nadie realmente
grave en la sala. ¿Que cómo lo sé? Pues porque a mi alrededor sólo hay humanoides
chepudos mirando pantallas obsesiva y civilizadamente. Cada dos por tres alguno
de ellos grita: “¡Mira qué video de ovejas! ¡Yo es que me parto!”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario