Con tal de mandar, los partidos políticos adaptan sus programas de actuación
a la última estadística sobre intención de voto; cambian sobre la marcha sus cantos
de sirena, como ese adolescente que finge todo lo que haya que fingir con tal
de acostarse con su compañera de clase, deslumbrante y antojadiza.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar