viernes, 30 de enero de 2015

En esta vida todo se aprende, incluso a hacer el amor. “Y es que a usted le tuvieron que enseñar dónde la tenía que meter?”, me preguntarán. “Hacer el amor es un artificio, un fenómeno cultural placentero, que supone mucho más que una penetración mecánica y ociosa”, respondo. Ni que decir tiene que a pensar también se aprende.

No hay comentarios:

Publicar un comentario