domingo, 20 de octubre de 2013

El diablo está en los detalles. El Papa Francisco intervino en la beatificación de 522 religiosos asesinados durante la Guerra Incivil Española. ¿Y qué ocurrió? Pues sencillamente que este revolucionario de sala de estar no hizo la más mínima mención de la vergonzosa connivencia de la Iglesia Católica Española con el miserable dictador genocida Francisco Franco. Este papa es muy bueno haciendo gestos para la galería, con el fin de recuperar ovejas descarriadas, como hablar con voz meliflua de los pobres. Pero a la hora de la verdad, punto en boca. ¿Viste?

No hay comentarios:

Publicar un comentario