lunes, 28 de octubre de 2013

Soy Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales. Quiero hacer una precisión. Todos los accidentes de trabajo tienen una causa (SIEMPRE), que puede ser leve o grave, que puede deberse a procedimientos de trabajo impertinentes, a falta de profesionalidad o de la debida concentración, a una imprudencia del trabajador, a unas instalaciones defectuosas, a una maquinaria carente del mantenimiento adecuado, a las prisas (esta causa mató a unos cuantos trabajadores en el sector de la construcción durante los años en los que todos éramos ricos y famosos), a criminales recortes económicos…Evidentemente, no es lo mismo trabajar desempeñando tareas administrativas que hacerlo en el sector minerometalúrgico (he trabajado en ambos sectores). En todos los trabajos tiene que hacerse un plan seguridad, que está sujeto a lo que se conoce como mejora continua. Esto es, dicho plan es susceptible de perfeccionamiento…Hay que tener presente que no es lo mismo un trabajo arriesgado que un trabajo peligroso. Un trabajo arriesgado se convierte en peligroso cuando no se mantienen a raya las condiciones de trabajo que entrañan riesgo. Trabajé en una fábrica en la que llegamos a estar, codo con codo, más de cinco mil personas, más de dos millones de horas de trabajo efectivo, y hubo un accidente mortal, con sus causas correspondientes (los accidentes mortales nunca tienen una sola causa), todas graves, claro… Hoy, España está de luto porque han muerto seis mineros y otros cinco están gravemente heridos. Supuestamente, han muerto por asfixia: el grisú (metano) se come el oxígeno de la galería y te quedas listo de papeles en un momento. Está descartado que una de las causas del accidente sea la falta de capacitación profesional. Entre las restantes, mencionadas anteriormente, están las causas de este luctuoso suceso. 

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