Para el PP, el juez Gómez Bermúdez era muy bueno cuando juzgaba a etarras
(fue el “padre” de la “doctrina parot”) y a miembros del GRAPO. Cuando presidió el juicio de los atentados del 11 de
marzo de 2004 y el de las falsas identificaciones del Accidente del Yak-42 de
2003, ya no era tan bueno. Ahora, cuando quiere hacerse cargo de los "papeles de
Bárcenas", es el mismísimo demonio. Este es el concepto de justicia del PP: la
justicia ha de juzgar con rigor solo aquello que interese a sus políticos
desvergonzados. En los demás casos, ha de ser ciega, para eso se la representa
con una venda en los ojos…
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