miércoles, 20 de marzo de 2013


Sois muy buenos, muy justos, nada es reprochable en vuestro comportamiento durante el boom inmobiliario. Fuisteis víctimas del poder financiero, no cómplices aborregados en vuestro ahorcamiento, como dicen los aguafiestas de siempre. La maldita televisión…Teníais derecho a embarcaros en la excitante aventura de adquirir una casa de 300.000 euros, con una nómina de 800 euros y un contrato de trabajo de seis meses. ¡Faltaría más! Vivir de alquiler es cosa de perdedores…No pudisteis resistir la tentación de pedir préstamos personales de 3.000 euros, al 25% de interés, para daros un capricho de enamorados. Tenéis razón: no era tiempo de pensar; era tiempo de ganar, y gastar, lo máximo, para no ser menos que vuestros vecinos…Tranquilos, no tuvisteis más remedio que hacer lo que hicisteis. Como veis, os conozco muy bien; sé lo que queréis; sé lo que os conviene. Espero que no lo olvidéis en las próximas elecciones…

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