ALEPO
Llueve odio esta oscura noche sin estrellas.
La vida se ha vuelto terriblemente sencilla
en esta maldita tierra: morir matando,
matar muriendo, o tal vez, malvivir
entre escombros y cadáveres, cercados
por el llanto de criaturas indefensas.
En Alepo, los hombres, de nuevo,
somos las peores bestias.
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