DEMOLICIÓN DE LA EXCELENCIA
Aunque la botadura del sumergible fue un éxito sin precedentes, el insignificante
funcionario, ciego de mediocridad, dictaminó: “No pasa de ser una curiosidad
técnica sin mayor trascendencia”. Y el gobierno, atendiendo al nefasto
dictamen, canceló el proyecto presentado por Don Isaac Peral y Caballero.
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